Un largo silencio cruza.
Con un dedo rozas
mis labios entreabiertos.
Tu voz a mi oído susurra
poemas de amor de Neruda.
Espada de doble filo
son las palabras,
con ellas cortas la bruma
y se hiende mi alma.
El rubor la noche lo oculta.
Mis piernas, al placer prohibido
y a ocultos secretos,
se derrumban.
DE MI POEMARIO NIEBLAS
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