Acostada sobre la mar
la luna deja su estela
de leche
hasta llegar a la ribera.
Con espuma y arena
se transformó en mujer,
mujer hecha de arcilla,
mujer de barro hecha.
Desde la creación,
toda mujer está marcada
por la luna.
Puedes ir estirando
su cordón umbilical,
un hilo de plata
que se remonta
al principio de los tiempos.
Toda mujer es una diosa.
No tienes más que asomarte
al fondo de sus ojos
y encontrar allí
un pozo de sabiduría
que se pierde
en las generaciones
del pasado.
No tienes más que asomarte
al fondo de sus manos
y encontrar allí
una fuente de amor
que sana cuanto roza
con sus dedos.
No tienes más que asomarte
al fondo de su boca
para oír canciones de cuna
que durmieron
a tantos hijos
nacidos de mujer.
¡Oh, Diosa!
Formas parte de la tierra.
No tienes más que asomarte
a su pelo
para embriagarte
con el olor de las rosas.
con el olor de las rosas.
POEMA DEDICADO A Karina Isabel Roldán (Mariposaroldan) por mostrar a la diosa.
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