Aves prisioneras,
hirientes espadas.
Iris crispados
en un túnel oscuro.
Soñé con tus labios
cortantes, afilados,
con espuelas resonando
en la piedra pulida.
Tu capa galopando
veloz por las sombras.
Sentí el fétido aire
que rodea los ecos
de la larga noche.
Bajo la luna,
estoy dormida;
mecida en el mar
como la muerte.
Las aguas, separadas
de las aguas,
abrieron el sendero
de la huída.
 Es hermoso cómo amas a tu tierra, me encanta esta parte: Como añoro tu tierra áspera y tus volcánicas montañas y los verdes valles que se inclinan buscando una salida por el mar. Añoro tus vides moradas, productoras del néctar del dios Baco. Como te añoro, amada isla, de playas blancas y tan luminosas dónde la diosa Afrodita fue adorarada. Mi isla de pescadores, perdida en el tiempo, condenada a ser sueño. Quisiera ser yo el viento para acarrear tus arenas y tus saladas espumas y esculpir con mi cincel tu nombre en las rocas. Ser el cielo turquesa que te hace resplandecer con su luz mediterránea. Quisiera ser el agua transparente y clara que cobija a los corales y a las algas, el mar que surcan los delfines."....
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