Al amanecer, tras las lluvias
que arrastran el limo
hasta la orilla del mar,
persigo tus pasos
clavados en la tierra
como si fueras mi guía
o la lámpara del sendero.
La luz de la mañana
va abriendo sus alas
para volar
sobre las olas blancas.
Te presentas
Te presentas
con tul transparente
encendiendo mi lengua
que te lame
como olas de espuma.
Amor, irrumpes con la fuerza
de un ciclón devastador
bajo las azules montañas
donde anidan gaviotas,
donde el mar ruge
hollando sus entrañas.
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