En el aire vuela
un rubio cabello,
de oro una hebra,
un rayo de ocaso,
para tejer en la seda
flores de azahar
y primavera.
¡Ay, hermosa gitana,
tus pies blancos de sal
pisan la fragua dorada.
Tus manos de marfil recogen
del cielo haces de luz
perfumados de albahaca
para derramar en la seda
pespuntes de sol.
¡Ay, cómo te otea
la luna blanca
desde su ventana!
Una hebra de oro
en el bastidor de nácar.
Dedos de lirios
bordan sueños
a la sombra de un alcázar.
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